México.- Un trabajador del estado de Veracruz, denunció que supuestos criminales del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) los mantienen amenazados para que les entreguen una cuota de 500 pesos, o de lo contrario incendiarán sus casas o negocios.

Policías resguardando el bar El Caballo Blanco.

“Si no pagamos la cuota, nos van a quemar la casa, ya aquí dice se les quemará y yo creo que ahorita con lo que pasó que andan quemando los negocios, lo pueden hacer, claro que lo pueden hacer esto es una amenaza”.

De acuerdo a un testimonio publicado por el diario Excélsior, luego del ataque en contra del bar El Caballo Blanco, donde murieron 30 personas, los presuntos criminales han aprovechado la psicosis para extorsionar a los ciudadanos.

“Tenemos miedo porque pues más se están aprovechando de por si tenemos esa psicosis, ya quemaron El Caballo Blanco, toda esa gente que murió allá adentro y ahora vienen que van a quemar nuestra plaza, nuestra fuente de trabajo, que ahí comemos muchas familias”.

Según refiere la nota publicada por el medio de comunicación, un empleado de un local de la Plaza Constituyentes y La Fayuca, en Coatzacoalcos, Veracruz, sujetos armados se han presentado en diversos establecimientos para advertirles sobre la entrega de una cuota.

Extorsiones han ocurrido por varios años

De la misma forma, el trabajador explicó que los criminales les advierten que solo se les dará una oportunidad para marcar a un teléfono que les dejaron, pues no responderán “con lo que pueda pasar y les quemaremos su pinche casa”.

Asimismo, refiero que la situación ha prevalecido por varios años, en los que han pagado una cuota, “como 5, 6 años, va dependiendo, ellos ponen la cantidad, ahorita llegaron que querían $500 quincenales”.

“De repente llegan a cobrar unos, de repente llegan a cobrar otros y se les tienen que pagar, nosotros no podemos decirles que pagamos, tenemos que darles lo que ellos piden”.

Pese a la situación, el afectado detalló que no han interpuesto ninguna denuncia porque no confían en ninguna autoridad y temen que la acción pueda resultar contraproducente.

“Hasta uno mismo se dan cuenta que ellos entrar a cobrar y como a los 15 minutos entra la policía entra como si nada, caminando por los pasillos como si nada y uno llega a la conclusión que los vienen vigilando”.

Con información de Excélsior