México.- A poco más de dos meses de la desaparición forzada de Bernardo Benítez, uno de los cinco jóvenes detenidos por la Policía Estatal de Veracruz en Tierra Blanca, se confirmó que los restos encontrados en un rancho de Tlalixcoyan coinciden con su perfil genético.

Los padres de los jóvenes aseguraron en una carta dirigida a la opinión pública que los señores Bernardo Benítez y Columna Arroniz viven un proceso de duelo muy difícil. No obstante, a través de un canal de YouTube decidieron rendir un homenaje a su hijo bajo el nombre “Descansa en paz amado Bernardo”.

El video es una colección de fotografías de distintos momentos de la vida de Bernardo. El pasar de las imágenes se acompañan de la canción "ya no llores por mi" de Tercer cielo.

Las cuatro familias que aún no tienen evidencia del paradero de Susana, Mario, José y Alfredo continuarán con la búsqueda de sus hijos, indicaron en la misiva. “No cesaremos en nuestros esfuerzos y en la permanente exigencia a los gobiernos federal y estatal para que continúen investigando”, subrayaron.

Diversos analistas coinciden en que la inexistencia de un cadáver imposibilita a los familiares enfrentar la pérdida real pues "imposibilita la elaboración de rituales funerarios", es decir, "aquellos que prestan el piso simbólico necesario para bordear el agujero real ante la pérdida". De acuerdo con Freud "la prueba de realidad" es un elemento fundamental para el inicio de elaboración del duelo. 

En el caso de los familiares de los cuatro jóvenes de Tierra Blanca así como de los padres y madres de los normalistas de Ayotzinapa, esa prueba de realidad sería la presentación con vida o la existencia de un cadáver. 

En muchos casos de desaparición forzada el duelo es una "situación de presente continuo", es decir, de carácter interminable.