México.- La masacre en el Centro Preventivo y de Reinserción Social Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, ya estaba cantada.

En 2011, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió sobre la falta de gobernabilidad en el centro penitenciario, que fue cubierto de sangre el pasado jueves cuando un motín dejó 49 muertos y 12 heridos.

En ese año, el organismo advirtió sobre las carencias para prevenir y atender hechos violentos en la penitenciaría. 

Además, dijo que internos controlaban la seguridad, al resto de la población y ejercían la violencia, además de que tenían privilegios, objetos, sustancias prohibidas y se practicaba la prostitución.

En dicho contexto, la CNDH dio una calificación de 5.72, sobre 10, al centro penitenciario.

La CNDH también advirtió sobre la sobrepoblación, hacinamiento y el control de grupos delictivos del área varonil sobre las internas que ejercen autogobierno –según otro informe del mismo organismo– sobre las reclusas.