México.- El poblado indígena Rincón de Chautla, en el municipio de Chilapa, región Montaña Baja de Guerrero, resistió alrededor de cuatro horas el ataque de unos 150 sujetos armados, vinculados al grupo criminal “Los Ardillos”, sin sufrir ninguna baja.

La tarde del domingo 27 de enero cerca de 80 habitantes hicieron frente al grupo armado, que sufrió la baja de al menos 12 de sus integrantes y se retiraron con un número indeterminado de heridos, informaron autoridades de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), quienes solo reportaron dos personas heridas. Alrededor de las 14 horas, luego de más de un mes de sitio y amenazas, pobladores de las localidades de Rincón de Chautla y Zacapexco, rompieron el cerco armado que los mantenía prácticamente secuestrados.

El saldo del primer choque, en el punto conocido como Crucero del Paraíso de Tepila, fue de 10 personas muertas. El brazo armado del grupo criminal se autonombró “Policía Comunitaria por la Paz y la Seguridad”. El enfrentamiento culminó con una persecución en la comunidad de Rincón de Chautla, donde otro grupo de la CRAC los esperaba y donde defendieron a fuego y sangre la localidad. Dos agresores más perdieron la vida mientras que dos comunitarios resultaron heridos.

Elementos de la Policía Estatal y del Ejército mexicano arribaron este lunes al punto de confrontación, para recoger a los muertos, y decomisar vehículos y armas; su retiro fue severamente criticado por los pobladores, quienes ven un riesgo inminente de una nueva confrontación.

Rincón de Chautla, comunidad en disputa por la organización comunitaria y por “Los Ardillos”, tiene apenas unos 80 habitantes, pero ha incomodado que desde hace 10 años conformara una policía comunitaria, y dejara de servir a los intereses de la delincuencia. Uno de los pobladores, relata, que antes dependían de un solo comisariado ejidal, donde tenían que someterse a los intereses.

Desde entonces han sufrido el hostigamiento y esta no es la primera agresión armada que han sufrido; hace poco menos de un mes, 12 vecinos de esta y otras localidades fueron privados de su libertad, de ellos 9 son menores de edad de entre 4 y 17 años y no se sabe nada de ellos.

Esta vez, dice “quisieron acabar con nosotros, pensaron que nos iban acabar, pero ya vieron que no nos vamos a dejar”, y con armas de bajo y alto calibre respondieron a la agresión, aguantaron durante cuatro horas, y lograron replegarlos.

Fueron al menos 15 camionetas, es decir, unos 150 hombres armados, quienes dejaron cinco vehículos abandonados, restos de sangre y cientos de casquillos percutidos en la brecha de terracería.

Las comunitarios siguen a la expectativa, no bajan la guardia, pues a pesar de que pidieron el apoyo de las fuerzas armadas para proteger a sus familias, no hubo respuesta, ni del Gobierno Estatal, ni del Gobierno Federal, y sólo se tienen ellos para defender a sus hijos y esposas.