México.- - El 8 de julio de 2018, Nancy Saavedra Rebollo fue víctima de tortura y malos tratos por parte de elementos del Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem) luego de negarse a pagar una extorsión para no ser acusada de un robo que no cometió.

“El domingo, 8 de julio, acudí con mi hermano, como cada domingo, a la Central de Abastos de Ecatepec. íbamos caminando por la Nave B, cuando una señora me agredió físicamente a lo que respondí con un manotazo en la espalda y empezamos una pelea juntos con otra persona que la acompañaba. En algún momento, ellas comienzan a gritar que les había robado una cartera”.

“Cuando llegaron los elementos del Cusaem, creyeron inmediatamente en las personas que me estaban acusando, gritándome y diciendo que no tenía derecho hablar. Me llevaron al módulo de vigilancia dentro de la Central, me desvistieron, me hicieron hacer sentadillas, al mismo tiempo que me decían groserías. Yo seguía negando todo porque no tenía la cartera. Empezaron a decir que se la di a otra persona. Me sentaron en un banco, me empezaron a golpear, patadas, puñetazos, jalones de cabello, toques eléctricos. Ya no aguantaba y fue cuando les dije que me dejaran llamar a mi casa para pedir dinero y que me dejaran ir”.

Nancy fui víctima de tortura por más de una hora. No podía caminar por los golpes y fue amenazada con desaparecer si denunciaba los hechos.

Tortura, extorsión, clandestinidad, todo fue denunciado ese mismo día ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. En el informe médico, señalaron que “estado psicofísico normal. lesiones que no ponen en riesgo la vida, tardan en sanar menos de quince días, no cicatriz en cara”, no obstante las graves lesiones que presentaba.

“Ante la falta de aplicación de la valoración médica y psicológica de Nancy, se practicó una evaluación independiente que determinó la tortura, misma que fue presentada ante el Ministerio Público, pero hasta la fecha no se ha pronunciado sobre su admisión, dejando en la incertidumbre la investigación”, explicó Verónica Berber, abogada de Idheas, asociación que acompaña el caso de Nancy.

“Tras la tortura que recibí, mi vida y la de mi familia cambió. Mi miedo es salir a la calle y encontrarme a uno de ellos. Me robaron mi tranquilidad. Pero por eso pido justicia". El caso de Nancy será presentado por Idheas dentro del informe para la evaluación del Estado mexicano ante el Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas en abril de 2019.