Ciudad de México.- La representante legal de la familia de Lesvy Osorio, joven hallada muerta dentro de Ciudad Universitaria, dijo que cuentan con pruebas que sustentan que el caso se trata de un feminicidio, y no un suicido como la PGJ sostiene en su imputación formal en contra del presunto responsable. 

En entrevista con Luis Cárdenas, en MVS Noticias, la abogada Saruyi Herrera dijo que algunas de las pruebas periciales no coinciden con el dictamen de la procuraduría capitalina, y que en realidad el detenido por el caso, identificado como novio de la víctima, privó de la vida a Lesvy con sus propias manos. 

"Nosotros tenemos las pruebas de que el novio de Lesvy la privó de la vida por razones de género, de una manera directa y dolosa. En los videos se puede apreciar que la golpea minutos antes de su muerte y que es él quien se encuentra parado en la caseta telefónica y que ella se acerca con un grado de vulnerabilidad y confianza".

El lunes, la PGJ entregó a la madre de Lesvy y las organizaciones sociales que la acompañan el expediente del caso y los videos de seguridad que la UNAM proporcionó. Ese mismo día, la procuraduría detuvo al ahora imputado por el delito de homicidio culposo simple, en la modalidad de comisión por omisión, al acusar que no evitó que la joven se suicidara. 

Según el gobierno capitalino, Levy murió al asfixiarse con el cable del auricular de una caseta telefónica, que supuestamente se habría amarrado alrededor del cuello. Sin embargo, la representante legal de su familia aclaró que no se halló nudo alguno en la extensión y que existen otros indicios que dan cuenta de la agresión fatal que sufrió por parte de su pareja. 

"El cable del teléfono no se encontraba anudado. No hay un nudo en el cable, eso es importante para señalar que ha sido él quien tomó el cable y la estranguló. En las uñas de Lesvy hay material genético de su novio porque ella realizó maniobras de defensa. Es imposible haberse fracturado el cuello como ella lo tenía ejerciendo fuerza con una sola mano". 

La abogada reiteró que apelarán la decisión del juez de mantener el proceso contra el imputado por homicidio simple culposo, pues existen los elementos suficientes para que se tome en cuenta la perspectiva de género y se sancione en ese escenario. 

Con la acusación actual que enfrenta, el detenido podría pasar entre 8 y 20 años en prisión, pero bajo el delito de feminicio, el tiempo en reclusión oscilaría entre los 30 y 60 años.