México.- Varios políticos llegaron a las cámaras de Diputados y Senadores y otras oficinas administrativas en transporte público o bicicleta por motivo de la contingencia ambiental que afectó a millones de capitalinos y población flotante de la Ciudad de México.

Como si se tratara de turistas, muchos aprovecharon para hacerse fotos con sus colegas y las divulgaron en sus redes sociales para demostrar su compromiso con el ambiente. Sí, por un día que se bajaron de sus vehículos blindados y dejaron a un lado a sus escoltas, los políticos sentían la satisfacción de haber borrado su huella ecológica.

Esta "actitud extraordinaria" de la clase política no fue bien recibida por la población en general pues eso debería ser la cotidianeidad. Es decir, el uso del transporte público no debería ser una excepción sino una regla para los políticos.

Uno de los casos más ostentosos fue el de César Camacho, líder de la bancada del PRI, quien colaboradores y cámaras se subió a un tren de la Línea 1. Ante la exageración del político, un usuario del Metro alzó la voz.

“Queremos que usted y todo su séquito utilicen diario el Metro en horas pico y no a esta hora. Hay horas pico en las que no cabemos. Ojalá que usted y todos sus colaboradores utilicen el Metro ‘de a de veras’ y no nada más para que se den baños de pueblo. Es una burla para el pueblo”.

Tras las palabras del señor otras voces comenzaron a alzarse.

“Lo único que queremos es llegar a chambear”, dijo Camacho Quiroz.