Karla López, una mujer de 24 años residente de la CDMX, vivió un parto en casa sumergida en una piscina inflable que compró en Walmart para así evitar contagiarse de coronavirus.

Las fotos del doloroso momento exponen el proceso que la ahora madre atravesó desde que su partera le advirtió: si no das a luz ahora, tendremos que llevarte a un hospital. Y una clínica era el último lugar a donde quería ir. 

Tiene parto en piscina inflable para evitar contagio de Covid-19

Tras casi 15 horas de trabajo de parto, agotada y afectada por las contracciones, Karla tomó la decisión de mudarse a un pequeño departamento de un barrio en la Ciudad de México que para el pasado 25 de mayo reportaba menos casos. Llamó a parteras a domicilio y mandó a su esposo a comprar la alberca.

Era definitivo: no tendrían a su hijo en Iztapalapa, la populosa alcaldía de la capital donde vivían y que para ella era el epicentro de la pandemia en México. Recordemos que a principios de mayo, Iztapalapa tenía el mayor número de casos confirmados de Covid-19 en el país.

Parto

"Sentí que era mucho riesgo. Fue el nerviosismo de no saber qué pasaría si entraba al hospital", dijo. Lo que siguió después fue que el día especial le pusieron videos de sonidos de un río y su pareja le sostuvo la mano mientras ella pujaba. Según cuenta, tuvo que sacar toda la fuerza que tenía dentro.

A las 5:36 de la mañana nació su hijo Sabino Yoehí, con un peso de 3.4 kilogramos. Esta vez el dolor fue insoportable, en su primer parto estaba tan medicada que apenas sentía su cuerpo. No obstante, ahora que tienen al bebé en brazos se dicen felices y ansiosos por visitar los parques y el zoológico, aunque deberán esperar la transición de los semáforos.

Piscina inflable