México.- Melanie, la manifestante que fue agredida físicamente por policías el pasado 5 de junio durante una protesta en Ciudad de México, se dijo triste luego de que los elementos la persiguieran y luego patearan en el piso, mandándola al hospital.

De acuerdo con Telediario, la adolescente de 16 años de edad declaró en su cuenta de Facebook que, debido a su complexión, no representaba una amenaza real contra los agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes utilizaron la fuerza en forma desproporcionada en su contra.

“¿Realmente creen que con mi complexión les hubiera hecho daño? Ellos estaban uniformados, tenían cascos, eran gigantes al lado mío. Lo que usé como arma era una manija que encontré tirada (…) yo no llevaba ninguna otra arma”.

Melanie

Melanie resultó con dos contusiones en la cabeza y múltiples heridas luego de la agresión policiaca y fue trasladada al Hospital Pediátrico de Legaria, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, de donde fue dada de el sábado; según los reportes, no sufrió de fracturas ni lesiones de gravedad.

“Yo no merecía ese daño de mierda, estoy realmente triste por lo que hicieron contra mí. ¿Por qué no dicen nada cuando ellos también empezaron a echar piedras y, aún peor, nos agredieron?”, agregó en su publicación.

Detienen a 2 policías por agresión a Melanie

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, prometió castigar a los responsables tras conocer los hechos; horas después, se dio a conocer que dos policías habían sido arrestados por el delito de abuso de autoridad.

Un juez de control decidió imponer a los dos la medida cautelar de prisión preventiva al menos hasta que se lleve a cabo la audiencia en la que se decidirá si son vinculados a proceso, la cual se realizará el próximo 11 de junio.

Con esto, los policías fueron trasladados al Reclusorio Sur, lo que generó una protesta de uniformados, mientras que colectivos mantuvieron sus manifestaciones para exigir que los elementos no salgan de prisión.

Este 8 de junio, una gran protesta derivó en algunos saqueos y pintas en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México; en esta ocasión, la policía se mantuvo al margen y no intervino.