México.- El hombre que se desempeñaba como escolta del empresario Alberto Sentíes, y que fue hallado muerto el viernes en un hotel de Atizapán, no murió como consecuencia de un envenenamiento, concluyó  la Procuraduría General de Justicia del Estado de México  (PGJEM).

En entrevista con el diario Reforma, el procurador Alejando Gómez aclaró  que los resultados de las pruebas periciales  no indican la presencia de sustancias nocivas en el cuerpo de Sergio González Ibarra o de la habitación  donde estaba hospedado. Tampoco hay rastros de alcohol o alguna droga.

"Del contenido gástrico y también del análisis de la sábana y del colchón en donde se encontró el cuerpo no se encuentran sustancias tóxicas, esto es muy importante porque no se encuentra ninguna sustancia que nos permita establecer un posible envenenamiento", dijo el procurador.

Por las pruebas realizadas también se pudo concluir que el fallecido presentaba una hemorragia profunda en el estómago, posible consecuencia de una situación de estrés grave. 

La procuraduría del Estado de México espera que en los próximas  48 horas estén  listos los resultados de las pruebas patológicas del cuerpo, que aclararán  qué causó  el infarto al miocardio que provocó  la muerte de González Ibarra. Así  mismo, la dependencia  mexiquense espera culminar con el proceso de entrega del cuerpo, pues hasta el momento los familiares  no han presentado una credencial oficial.