Donald Trump desmintió versiones sobre la presunta presencia de chinches en las camas del hotel de su propiedad de Doral, Florida.

El comentario del presidente surgió luego de que se supiera que Trump consideró proponer el hotel como sede la próxima reunión de los países del G7.

Previsiblemente, la versión sobre la plaga de insectos causó el enojo de Trump, quien culpó en redes sociales a la “izquierda radical” de difundir la información.

“No hay chinches en Doral. Los Demócratas de la izquierda radical, después de escuchar que el hotel Doral, perfectamente ubicado para el próximo G7, estaba bajo consideración para albergarlo, difundieron ese rumor falso y sucio”.

-Donald Trump

El supuesto rumor tuvo un origen diferente: una demanda interpuesta en el año 2016 por un hombre llamado Eric Linder, quien se quejó de que la villa que rentó en el lugar tenía los insectos.

La información de esta demanda, difundida en su momento por diarios como el Miami Herald, volvió a salir a la luz pública, después de que Trump pusiera sobre la mesa el hotel como sede de la próxima reunión de las principales potencias económicas del planeta.

Los comentarios de Trump respecto a proponer el hotel de su propiedad para la próxima cumbre, hechos ante reporteros en el marco de la reunión del G7 realizada en Biarritz, Francia, inmediatamente provocaron expresiones de rechazo en medios norteamericanos.

El llevar a cabo el evento en un hotel propiedad de Trump violaría la clausula de emolumentos de la constitución norteamericana, por lo que representaría un potencial conflicto de interés, señalaron.

El presidente norteamericano podría obtener ganancias de la asistencia de diplomáticos, políticos y sus trabajadores al hotel, lo cual constituiría una violación de la carta magna norteamericana.