En una aceptación tácita de la crisis por la pandemia fuera de control en los Estados Unidos, el vicepresidente norteamericano Mike Pence ha decidido suspender dos actos de campaña para la reelección de Trump programados para fechas próximas.
Los eventos, denominados “Fe en los Estados Unidos”, fueron suspendidos en Arizona y Florida, dos de los estados más afectados por este rebrote de la enfermedad en territorio norteamericano.
Los planes eran trasladarse a estas ciudades a inicios de junio, incluso para reunirse con el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Sin embargo, el aumento descontrolado de casos en prácticamente la mitad de la Unión Americana ha dado freno a estos planes.
Los últimos dos días, Estados Unidos ha reportado números récord de nuevas infecciones, principalmente debido al aumento de la transmisión en Florida, Arizona y otros estados como Texas y California.
La explosión de casos en Florida ha llegado a tal punto, que autoridades locales han decretado, de nueva cuenta, el cierre de playas, ante el incremento de transmisiones y la inminente llegada del 4 de julio, día feriado en EU y en el cual se acostumbra las reuniones masivas y fiestas patrioteras.
El propio Donald Trump recibió críticas de sectores de la prensa y ciudadanía de EU, al llevar a cabo un acto de campaña en Tulsa, Oklahoma, la semana pasada. Sin embargo, el evento resultó ser un fiasco, con una asistencia de menos de un 30% de la capacidad del foro en donde se presentó.