Washington, EU.- El director del Servicio Secreto de Estados Unidos declarará por primera vez el miércoles sobre el humillante escándalo de prostitución en Colombia que manchó la imagen de la prestigiosa agencia. El Congreso quiere saber si se trató de un incidente aislado o es parte de un patrón de conducta.

 

Sin embargo, los legisladores difícilmente le pedirán la renuncia a Mark Sullivan.

 

En una época de escasos acuerdos entre demócratas y republicanos, ambos partidos parecen coincidir en permitir que Sullivan conserve el puesto. El jefe cesó a muchos supervisores, oficiales y agentes a raíz del escándalo del mes pasado, permitió que el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional supervisara su investigación y mantuvo informados a los legisladores más influyentes.

 

La Casa Blanca reiteró el martes su confianza en Sullivan. El presidente Barack Obama "tiene gran confianza en el Servicio Secreto, cree que el director ha realizado una tarea excelente", dijo el vocero Jay Carney. "El director inició rápidamente la investigación del asunto y tomó medidas rápidamente como resultado de esa investigación".

 

La sesión del miércoles será la primera ocasión en que Sullivan, a quien acompañará el inspector general interino Charles Edwards, hablará en público de este asunto sórdido, que salió a la luz el 12 de abril cuando un agente del servicio discutió con una prostituta sobre el pago de sus servicios la noche anterior en un hotel en Cartagena.

 

El Servicio Secreto se encontraba en el balneario colombiano preparando el arribo de Obama a la Cumbre de las Américas.

 

La Comisión de Seguridad Nacional del Senado es el primer organismo del Congreso que realiza una audiencia. Se prevé que su presidente, el independiente Joe Lieberman, lo centrará estrictamente en una pregunta: estas fiestas con prostitutas y alcohol, ¿fueron un incidente aislado, o forman parte de una tradición arraigada cuando los agentes se encuentran lejos de Estados Unidos?

 

Lieberman dijo a la prensa el martes que ciertos detalles dados a conocer a su comisión le hacen preguntarse si el Servicio Secreto "tenía motivos para prever algo así". Se negó a ser más concreto.

 

Una decena de oficiales y supervisores del servicio y otros 12 efectivos militares se vieron implicados. Dos supervisores y seis agentes fueron cesados. El servicio le revocó a otro empleado la autorización para conocer material secreto y absolvió a otros tres.

 

La prostitución es legal en Colombia, pero Sullivan emitió nuevas normas según las cuales los agentes en misión al extranjero siguen sujetos a las leyes estadounidenses.

 

Si Sullivan argumenta que fue un incidente aislado, probablemente habrá algo de escepticismo en el comité y le preguntarán por qué descarta que habrá más de este tipo de fiestas.

 

Las entrevistas con senadores demócratas y republicanos en las seis semanas transcurridas desde el incidente revelan que existen sospechas de que el incidente en Cartagena no fue algo aislado.

 

Senadores de la Comisión Judicial reaccionaron con aparente escepticismo el mes pasado cuando la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, insinuó que se sorprendería si surgieran pruebas de otras fiestas similares.

 

El republicano John McCain dijo: "Daré al director el beneficio de la duda y escucharé su declaración".

 

Al día siguiente de la declaración de Napolitano en abril, una televisora de Seattle informó sobre un incidente similar durante un viaje de Obama a El Salvador el año pasado. Napolitano dijo que no hay pruebas que respalden esa denuncia.

 

Esta semana, la agencia antidrogas DEA dijo que el inspector general del Departamento de Justicia investiga la conducta de dos o más agentes en Colombia. Esta investigación no está relacionada con el escándalo del Servicio Secreto, pero se basa en información que el servicio proporcionó a la DEA.