En el marco de más de cinco días consecutivos de protestas contra el gobierno en Chile, mismas que han causado la muerte de al menos 15 personas, el presidente Sebastián Piñera pidió perdón a los ciudadanos y anunció una serie de reformas.

La nueva agenda social intentará reformar temas clave en la problemática chilena, como lo son el el sistema de pensiones, la salud y los medicamentos, los ingresos mínimos y las tarifas eléctricas, todas ellas en manos de particulares luego de décadas de reformas neoliberales impuestas desde la dictadura de Augusto Pinochet.

La presunta nueva agenda social del mandatario también incluiría mayores impuestos para los ricos, así como la creación de una Defensoría de las Víctimas, la reducción de las dietas a los parlamentarios y de los altos sueldos de la administración pública, 300 veces superiores a los del salario mínimo.

"Reconozco esta falta de visión y le pido perdón a mis compatriotas. Frente a las legítimas necesidades y demandas sociales de la ciudadanía, hemos recibido con humildad y claridad el mensaje que los chilenos nos han entregado".

Sebastián Piñera, Presidente de Chile

El paquete de reformas incluye un aumento de 20% a la pensión universal básica, además del congelamiento de las tarifas de la electricidad y una propuesta de ley para seguro para cubrir “enfermedades catastróficas”.

En su propio discurso, Piñera señaló que esta agenda social no solucionará todos los problemas de las familias chilenas, sin embargo, señaló que se trata de un esfuerzo “grande”, mismo que buscará mejorar la calidad de vida de los chilenos.