México.- El papa Francisco eliminó este martes 17 de diciembre el "secreto pontificio" que se empleaba en los casos de pederastia perpetrados por integrantes de la iglesia católica. 

Con esta nueva instrucción -la cual entrará en vigor de inmediato- no estarán sujetas al "secreto pontificio" las denuncias, los procesos y decisiones concernientes a esos casos de abusos.

De acuerdo con lo informado por El Vaticano se atiende así a una de las reivindicaciones de las víctimas de abusos.

Los líderes eclesiásticos debían proteger la información en casos de abusos para garantizar su "seguridad, integridad y confidencialidad".

No obstante, el "secreto pontificio" ya no se aplica a las acusaciones, juicios y decisiones tomadas dentro del derecho canónico de la Iglesia católica en casos de abusos.

La decisión del Papa Francisco viene tras crecientes críticas en cuanto a esa categoría de confidencialidad se había empleado para proteger a pedófilos, silenciar a las víctimas e impedir que las instituciones de justicia investigaran los crímenes.

Nueva enmienda al derecho canónico

Se informó que también se endurecen algunas normas sobre los casos de pederastia de tal forma que sea delito la adquisición, posesión o divulgación, con un fin 'libidinoso', de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo, y no solamente de los menores de 14 años como actualmente.

AP destaca que las nuevas normas aprobadas este 17 de diciembre tiene lugar en el 83 cumpleaños del Papa Francisco, quien intenta responder a la explosión global de los escándalos de abusos.

Se trata de una nueva enmienda al derecho canónico, un código legal que detalla la justicia eclesiástica para delitos contra la fe. En este caso, los cambios afectan a los abusos sexuales a menores o personas vulnerables cometidos por sacerdotes, obispos o cardenales.

Papa Benedicto y el secreto pontificio

Fue en 2001 cuando el Papa Benedicto XVI decretó que los abusos sexuales a menores o personas vulnerables cometidos por sacerdotes, obispos o cardenales debían gestionarse bajo “secreto pontificio”, que es el grado más alto de confidencialidad en la Iglesia

Desde hace tiempo, el Vaticano insistía en que era necesario para proteger la privacidad de la víctima, así como la reputación del acusado y la integridad del proceso canónico.

Pero el secretismo además sirvió para mantener el escándalo oculto, impedir que las fuerzas de seguridad accedieran a documentos y silenciar a las víctimas. 

Frecuentemente, muchas víctimas sintieron que el "secreto pontificio" les impedía acudir a la policía para denunciar a sus agresores.

La determinación del Papa Francisco viene luego de que El Vaticano se ha visto bajo una creciente presión para reformar sus procedimientos internos y cooperar más con las autoridades.