Corea del Sur fue uno de los primero países en reportar gran cantidad de casos de coronavirus en las primeras semanas del brote. Aunque las medidas para controlarlo fueron eficaces, una paciente resultó ser el foco de infección del 80% de los casos en el país asiático.

De acuerdo con las estimaciones del Servicio de Salud (KHS), la mujer llamada ‘paciente 31’, fue responsable de al menos mil contagios en Corea del Sur. El primer caso en el país se reportó el 20 de enero, y durante las cuatro semanas posteriores la cifra ascendió apenas a 30 infectados.

Sin embargo, una mujer de la secta Shincheonji asistió entre el 6 y 16 de febrero a dos eventos religiosos con más de mil fieles cada uno. Esto sucedió mientras la mujer presentaba fiebre y síntomas relacionados con el coronavirus, pero se negó a someterse a la prueba para detectarlo.

La ‘paciente 31’ ingresó a una clínica después de un accidente, y ahí los médicos se percataron de la posible presencia de Covid-19. Lejos de alarmarse, la mujer se negó en repetidas ocasiones a realizarse la prueba, hasta que 10 días después regresó al hospital.

Finalmente fue diagnosticada con Covid-19, y las estadísticas del gobierno de Corea del Sur la nombraron la ‘paciente 31’. En solo una semana, el número de infectados aumentó de 30 a 977, y la mayoría de estos venían de la misma secta a la que pertenecía la mujer surcoreana.

La secta Shincheonji es un grupo que relaciona la enfermedad con el pecado, y sus feligreses son obligados a asistir a celebraciones multitudinarias sin importar que exista algún tipo de padecimiento, como fue el caso del principio del brote en Corea.

Tras el aumento significativo de los casos, la secta ofreció disculpas a la población de Corea del Sur por haber incentivado a los fieles a realizar cultos masivos. Hasta la tarde de este martes 31 de marzo, el los casos positivos en el país asiático aumentaron a nueve mil 786.