Una mujer de 31 años murió de cáncer debido a que los médicos de un hospital en Macclesfield, Reino Unido, retrasaron sus quimioterapias tras el inicio de la pandemia de coronavirus. Kelly Smith era madre de un niño de seis años.

Su fallecimiento se produjo el pasado 13 de junio y su historia fue compartida recientemente por el diario Daily Mail atrayendo la atención de miles de personas que cuentan, sus familiares experimentaron situaciones similares.

Fue a finales de marzo que los doctores le informaron a Smith que su tratamiento sería suspendido durante tres meses, ya que se habían cancelado distintos procedimientos con el objetivo de liberar espacio para recibir a los infectados por el virus. Esto, pese a que su proceso estaba enfocado en ganarle tiempo a la enfermedad y alargar los meses de vida, pues su situación era crítica.

En 2017 se había sometido a una intervención quirúrgica para extirpar parte de su colon, pero la enfermedad logró extenderse a su hígado. En los siguientes tres años recibió quimioterapias e inmunoterapia para contener la metástasis, aunque el cáncer ya se encontraba en sus pulmones, hígado, intestinos y cerebro.

Craig Russell, padrastro de la mujer, confesó que siente que la vida de su hijastra fue "cambiada" por la de un paciente con coronavirus. Él y la madre de Kelly iniciaron hace tres meses una petición en la plataforma Change.org instando al Gobierno hacerse cargo del problema, pues se estima que 35 mil pacientes con cáncer podrían morir innecesariamente.

"Lamentablemente, es demasiado tarde para Kelly, pero todavía hay tiempo para salvar a otros. Necesitamos una respuesta de emergencia en todos los tratamientos contra el cáncer disponibles con recursos adicionales y con la misma cantidad de energía y enfoque que se utilizó contra el virus en sí", dice su solicitud.