Una mujer mató a su hijo de 11 años de edad, pero lo reportó como si este hubiera desaparecido. 

Alexandra Dougokenski y su hijo Rafael Mateus Winques eran una familia como cualquier otra de Río Grande do Sul, en Brasil; sin embargo, el pasado 2 de julio las autoridades acusaron a Alexandra de asesinar a su propio hijo.

El 16 de mayo Alexandra reportó a la policía la desaparición de Rafael iniciando así una búsqueda exhaustiva del niño de 11 años. En sus primeras declaraciones, la madre dijo que lo había dejado durmiendo en su habitación pero a la mañana siguiente ya no estaba y descubrió la puerta de su casa abierta.

Los investigadores de Río Grande do Sul necesitaron ayuda de canes para dar con el paradero de Rafael, pero al no arrojar ninguna pista Alexandra decidió confesar que lo había estrangulado.

La mujer se quebró ante las autoridades hace unos 10 días pues decía ya no soportar la culpa y confesó que había asesinado a su hijo para descargar el peso del crimen de su conciencia. Su defensa alega que el crimen fue involuntario pues la mujer se encontraba bajo tratamiento de Diazepam. Más tarde, reveló que los restos del menor de edad se encontraban muy cerca de su casa.

El informe preliminar de la necropsia reveló que el menor de edad murió de asfixia mecánica por estrangulamiento.

Alexandra Dougokenski enfrenta cargos por homicidio calificado, asfixia, imposibilidad de defender a la víctima, ocultamiento de cadáver y falso testimonio. La pena que enfrentaría sería de 38 años en prisión. Durante la investigación se confiscaron los celulares de varias personas que pudieron estar involucradas en el asesinato.