La República Popular China no fijará este año una meta de crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) debido a la “gran incertidumbre” que genera la pandemia de Covid-19 y, en vez de ello, centrará sus esfuerzos en garantizar el nivel de vida de su población y crear “una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos”.

Así lo aseguró este 22 de mayo el primer ministro Li Keqiang durante la sesión de apertura de la Asamblea Nacional Popular (ANP), en la que tradicionalmente se dan a conocer las expectativas económicas del gigante asiático.

No fijar un objetivo, explicó, permitirá al gobierno concentrarse en áreas como seguridad alimentación y energética y el combate a la pobreza: además, se marcaron como meta generar 9 millones de empleos en zonas urbanas y llegar a una tasa de desempleo de 6 por ciento general y de 5.5 por ciento a nivel urbano.

“Nuestra prioridad será la estabilización del empleo y a garantizar el nivel de vida”.

Li Keqiang

China toma medidas ante crisis del Covid-19

Li Keqiang agregó que la pandemia de Covid-19 significó un duro golpe para el país y el gobierno debe redoblar esfuerzos para “para minimizar las pérdidas resultantes del virus”.

“En la actualidad, la epidemia aún no ha llegado a su fin, mientras que las tareas que enfrentamos para promover el desarrollo son inmensas”.

Li Keqiang

Por ello, anunció que se emitirán bonos gubernamentales por mil millones de mil millones de yuanes (unos 3 mil 225 millones de pesos mexicanos al tipo de cambio actual) para contar con recursos extra y enfrentar la pandemia.

Pese a no fijar meta de crecimiento del PIB, China sí propuso mantener el equilibrio en la balanza de pagos y una inflación de 3.5 por ciento, lo que ayudaría a subir los ingresos personales de la población en paralelo con el crecimiento económico.

Coinciden China y México en nuevos indicadores para medir desarrollo

La noticia llega en momentos en que varios países cuestionan la importancia que se da al Producto Interno Bruto como instrumento para medir el avance y, especialmente, el desarrollo de los países.

Por ejemplo, Nueva Zelandia introdujo en 2019 un sistema con métricas multidimensionales para calificar su desarrollo más allá de lo económico.

Japón, por su parte, tiene un Índice de Indicadores Económicos Coincidentes que incluye principalmente datos sobre economía personal y familiar, el cual ‘convive’ con el PIB.

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha planteado la necesidad de medir el desarrollo con un nuevo método. En su conferencia de prensa de este 21 de mayo, adelantó:

“Estoy trabajando sobre un índice para medir bienestar, un índice alternativo al llamado Producto Interno Bruto. Un nuevo parámetro que va a medir -sí- crecimiento, pero también bienestar, también grados de desigualdad social”.

“Estoy trabajando sobre un índice para medir bienestar, un índice alternativo al llamado Producto Interno Bruto. Un nuevo parámetro que va a medir -sí- crecimiento, pero también bienestar, también grados de desigualdad social”.

Andrés Manuel López Obrador