El 26 de diciembre de 2019 fue un hecho histórico puesto que, después de 10 años Japón ha mandado a la horca a un ciudadano de origen chino.
El hombre en cuestión se llamaba Wei Wei y fue condenado a muerte luego de haber asesinado a una familia de cuatro personas en 2003 en Fukuoka, Japón, además poseía acusaciones en su contra por robo, por lo que se le mandó a la horca. Este constituiría la tercer ejecución del 2019 pero el primero en 10 años de un extranjero.
Los cómplices de Wei Wei lograron huir a China pero uno fue ejecutado en 2005 y otro condenado a cadena perpetua. Aunque Wei Wei admitió ser el responsable de los asesinatos, negó rotundamente ser el autor intelectual de los hechos.
{username} (@RobertGayol) December 26, 2019
A pesar de que Japón cuenta con más de 100 prisioneros condenados a muerte, el año pasado sólo se ejecutaron 15 personas, 13 de ellos pertenecientes a una secta japonesa llamada Aum Shinrinkyo.
La encargada de dar la noticia a los medios fue Masako Mori, Ministra de Justicia Japonesa y encargada de firmar la orden de ejecución el 23 de diciembre pasado.
"Es un caso extremadamente cruel y brutal en el que los miembros de una feliz familia, incluidos un niño de 8 años y otro de 11, fueron asesinados por razones verdaderamente egoístas".
Masako Mori, Ministra de Justicia Japonesa
De acuerdo con la información de las autoridades locales, el padre fue estrangulado, sus dos hijos asfixiados o estrangulados y su esposa ahogada en el baño. Luego, los asesinos se encargaron de desaparecer los cadáveres arrojando los a la Bahía de Hakata y colocaron pesas en sus cuerpos.
Un pariente de los asesinados dijo a la televisora estatal NHK que después de tantos años habían podido volver a recordar los buenos tiempos cuando la familia se encontraba con vida. Es sabido que en el país nipón no se les informa sobre su ejecución sino hasta el mismo día.