Personal de un hospital ubicado en la ciudad inglesa de Newcastle-under-Lyme, se negó a atender a la hija de una enfermera que trabajo con pacientes diagnosticados con coronavirus, debido a que pensaron que la adolescente de 12 años también estaba infectada.

Tracy Shenton llegó junto con su hija Emily al Hospital Bradwell, luego de haber acordado la cita por teléfono, pero los empleados le pidieron que permanecieran en el coche. Tras 15 minutos, le comunicaron por teléfono que no pueden atender a la hija de una enfermera que está en contacto con pacientes positivos por coronavirus.

En tanto, la adolescente de 12 años que sufre frecuentes desmayos para los que no ha recibido un diagnóstico todavía, pidió a su madre retirarse de inmediato para acudir a otro hospital debido a que su salud había empeorado. En consecuencia, la Federación de GP de North Staffordshire se ha disculpado por la mala experiencia.

"Hemos realizado cambios como resultado de esto y avisamos a nuestro equipo de recepción en consecuencia para que este escenario no se repita. Nos gustaría discutir este caso para asegurarnos de aprender más lecciones de él y disculparnos personalmente por la mala experiencia que recibió ese día", externaron.

Por su parte, la enfermera de 48 años narró que se sintió discriminada aún cuando su labor es arriesgar su propia vida para salvar otras, y de que todos los días usa el equipo de protección adecuado: "Estoy tan enojada y molesta. Tengo la culpa de mamá. Ella escuchó la conversación y su rostro simplemente se desplomó. No poder ser vista debido a mi trabajo me hizo sentir culpable", dijo.

Y agregó: "Sabía que tenía que ir al trabajo al día siguiente pero no quería ir a cuidar a otras personas porque mi propia hija no estaba siendo atendida. No puedo decirte lo molesta que estoy", expresó Tracy.