Santiago de Chile.- Al menos 30 lobos marinos fueron encontrados muertos en una playa del norte de Chile por causas aún por determinar, confirmaron hoy fuentes del estatal Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca).

 

El hallazgo de estos mamíferos, que pueden llegar a pesar 250 kilos, se produjo la semana pasada en la playa de Punta de Choros, a unos 570 kilómetros al norte de Santiago, en la región de Coquimbo, por miembros de la agrupación de conservación Sea Shepherd, que posteriormente denunciaron los hechos a Sernapesca.

 

Ante la excepcionalidad del caso, el Servicio Nacional de Pesca presentará los antecedentes a la fiscalía para que inicie una investigación que aclare las causas de las muertes.

 

"Es muy difícil determinar aún las causas que provocaron las muertes debido al estado de descomposición de los animales encontrados", explicó a Efe el director de Sernapesca de la Región de Coquimbo, Jaime Molina, quien no quiso atribuir la muerte de los lobos marinos a los pescadores de la zona.

 

La versión oficial del gobierno contrasta con las hipótesis de los activistas de Sea Shepherd que, tras sus primeros análisis anatómicos, constaron que los lobos marinos fueron mutilados.

 

Esto demostraría que los animales fueron aniquilados por pescadores de la zona, dijeron fuentes de esta organización ecologista.

 

"Normalmente los matan los mismos pescadores que ven cómo los lobos marinos se abastecen de los peces que ellos quieren pescar", señaló el miembro de Sea Shepherd Zico Henríquez.

 

Otra de las hipótesis que baraja esta organización es que en las últimas semanas se hayan realizado cazas furtivas de lobos marinos, cuya grasa sirve para producir un aceite al que se le atribuyen facultades curativas, al tiempo que la piel es muy apreciada.

 

Además, Henríquez denunció que los pescadores utilizan la carne de esta especie como cebo, así como los dientes para fabricar artesanías.

"Por cada lobo marino se pueden obtener 300.000 pesos (unos 625 dólares)", indicó Henríquez.

 

En la actualidad el lobo marino es una especie protegida por la ley de pesca chilena, que prohíbe la caza de este mamífero, que estuvo al borde de la extinción debido a la captura indiscriminada que se produjo durante el siglo XIX y parte del Siglo XX.