El continente de la Antártida, un lugar de extremas bajas temperaturas y hielo constante, tiene una ventaja para detener la propagación de coronavirus. Se trata de un territorio remoto, escasamente poblado y de difícil acceso, lo cual representa una ventaja en estos casos.

Por eso, en estos momentos, no existe ni un solo caso confirmado del Covid-19 en las 4 mil personas, principalmente científicos y personal militar, que se encuentran destacados en el territorio.

La aparente seguridad que se vive en la Antártida ha llevado a que algunas personas insten a quienes ahí viven a que permanezcan en el continente, ya que es un lugar más seguro.

Aún en tiempos que no son de pandemia global, únicamente un mínimo de personas entran y salen del continente, además de que personal médico analiza a los recién llegados para buscar influenza u otras enfermedades infecciosas.

Della Rovere, líder de la 35va expedición italiana a la Antártida, señaló que en estos momentos el continente es el lugar más seguro del mundo, ya que no existen contactos con el mundo exterior y se encuentran muy alejados de cualquier asentamiento humano.

Sin embargo, el peligro podría incrementarse si de alguna manera la enfermedad llegara al continente, ya que no se cuentan con los recursos médicos suficientes para atender una enfermedad de ese tipo.

Algunas de las bases que se encuentran en la zona cuentan únicamente con un profesional médico, por lo cual las cosas podrían dificultarse rápidamente en caso de que la pandemia se propagara en la zona remota.

La situación es una posibilidad, ya que algunas personas han llegado a la base tras el inicio de la pandemia. Pese a que se les lleva a cabo una revisión para buscar síntomas, no se les aplican las pruebas para determinar con certeza si padecen de Covid-19 o no.