La extracción de petróleo en el Artico ruso podría tener consecuencias desastrosas debido a la falta de tecnología e infraestructura para hacer frente a un posible derrame, advirtieron el martes activistas del medio ambiente.

Greenpeace y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) dieron a conocer un informe de evaluación de los riesgos de un derrame de petróleo en el mar de Pechora, en el Artico ruso, donde la estatal Gazprom ha instalado una plataforma de perforación enorme.

El informe concluye que un eventual derrame importante de la plataforma Prirazlomnaya podría contaminar áreas protegidas y reservas naturales en la costa, así como islas cercanas en las siguientes 20 horas, mientras que los equipos de emergencia necesitarían al menos tres días para llegar a la zona. La plataforma está a unos 1.000 kilómetros (620 millas) de Murmansk, el puerto más cercano.

El informe fue encargado por las dos organizaciones ambientales y compilado por un centro de investigación independiente con sede en Moscú.

El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, dijo en una conferencia de prensa que el informe refleja "una realidad muy potente: un derrame de petróleo en el Artico sería prácticamente imposible de limpiar".

Un derrame de petróleo que libere 10.000 toneladas métricas de crudo durante cinco días contaminaría medio millón de kilómetros cuadrados (cerca de 300.000 millas cuadradas) de agua, según el informe.

Los ambientalistas insisten en que la producción petrolera en el Artico no es rentable y que no puede sobrevivir sin los subsidios del gobierno.

"Las compañías petroleras no se apresurarían al Artico con tanto entusiasmo si no fuera por los políticos que les empujan a hacerlo", dijo el martes Igor Chestin, director de WWF en Rusia.

Las empresas petroleras rusas nunca han operado en condiciones meteorológicas tan duras como las que se encuentran en el Artico.

Gazprom es pionera en el desarrollo del sector petrolero de Rusia en el Artico y fue la primera compañía rusa que envió un equipo de perforación al mar de Pechora, en el noroeste del país, el año pasado.

Los ambientalistas sostienen que la perforación ártica representa un riesgo que la humanidad no se puede permitir, ya que no existen tecnologías comprobadas que pueden enfrentar derrames en semejantes condiciones, particularmente bajo capas de hielo.