Fuertes críticas le atrajeron a la alcaldesa de Las Vegas, Nevada, Carolyn Goodman, sus declaraciones en donde propuso que la ciudad sea un "caso de estudio" respecto al impacto de reabrir una comunidad en plena pandemia de coronavirus.

En entrevista con la cadena CNN, Goodman señaló que le gustaría que todos los negocios de la ciudad turística reabrieran, incluyendo casinos, restaurantes y centros de convenciones.

La alcaldesa señaló que los virus han existido “por años”, además de sugerir que los residentes de Las Vegas se conviertan en un “grupo de control” para investigar lo que sucede cuando se relajen las restricciones en una ciudad en plena pandemia de Covid-19.

Goodman también ha criticado al gobernador del estado, Steve Sisolak, quien decidió cerrar los casinos y otros negocios no esenciales, señalando que se trata de una locura que “está matando a Las Vegas”.

El gobernador ha señalado que entiende los daños económicos que están ocurriendo, agregando que las vidas humanas son más importantes.

Los comentarios de la alcaldesa le han atraído fuertes críticas, tanto de otros políticos, como de ciudadanos, quienes señalan que, por principio, la popular zona del “Strip” de Las Vegas está fuera de su jurisdicción, ya que se encuentra fuera de los límites de la ciudad.

Otras voces, incluso, han calificado la propuesta de la política como "peligrosa" e "irresponsable".

Muchos otros empleados y trabajadores que laboran en la zona viven en comunidades externas a la “ciudad del pecado”, por lo que el ofrecimiento de utilizar esta zona para experimentar ni siquiera está dentro de sus atribuciones.