Estados Unidos.- Bill di Blasio, Alcalde de Nueva York, tomó una decisión enérgica ante el brote de una epidemia de sarampión en la ciudad, una de las más importantes de los Estados Unidos.

Tras declarar una Emergencia de Salud Pública, ordenó a las personas sin vacunar en las zonas de Williamsburg y Brooklyn, a recibir la inoculación contra el sarampión.

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En caso de negarse, las personas que desobedezcan la orden podrían recibir multas de hasta 18 mil pesos, además de otras sanciones.

El número de casos de sarampión en la ciudad se ha incrementado a 285 casos confirmados desde el pasado otoño. Sin embargo, se calculan muchos casos más por cada enfermo confirmado por instituciones de salud.

Dos grupos, en la mira del gobierno

Tanto las comunidades judías ortodoxas, como los padres que se definen como “antivacunas” han contribuído a hacer aún más difícil el control de esta enfermedad, que ya estaba erradicada en los Estados Unidos.

Mientras que los ortodoxos se niegan a recibir las vacunas ante la negativa de recibir sustancias “extrañas” en su cuerpo por motivos de su religión, los fanáticos “antivacunas” sostienen que estas producen condiciones como el autismo y hasta la muerte, basados únicamente en “fuentes” dudosas como canales de YouTube de teorías de conspiración y declaraciones de estrellas de “reality shows”.