México.- La Real Academia Española (RAE) desató una polémica en Twitter porque avaló el uso de la palabra “feminazi”, aunque esta no figura en el diccionario y se emplea para denostar al feminismo en términos generales.

La RAE intervino en una discusión de Twitter entre dos usuarias por el tema de la interrupción legal del embarazo, cuando una de ellas cuestionó si era verdad que la Academia incluía en el diccionario la palabra.

La respuesta de la RAE dejó atrás la polémica inicial pero inauguró otra con respecto al uso de la palabra: 

De acuerdo con la Academia Española, sólo respondió a la consulta sobre “el origen de este neologismo de reciente creación”, del mismo que hay documentado uso aunque no se recoge en el Diccionario de la Lengua Española.

En la página web de la RAE se indica que hay registro de la búsqueda de la palabra “feminazi” en 4 mil 553 ocasiones, pero no figura debido a que es un neologismo reciente.

Los usuarios de Twitter acusaron a la RAE de legitimar un “posicionamiento conservador” que se usa como insulto contra el movimiento feminista.

El origen del término "feminazi"

A través de su página de Facebook, La Correctora explicó que el término “feminazi” fue concebido por Thomas Hazlett a finales de 1980 aunque lo popularizó un locutor conservador cercano al Partido Republicano y amigo del primero: Rush Limbaugh.

El término describía, según Limbaugh a “cualquier hembra que es intolerante a cualquier punto de vista que desafía al feminismo militante (…) yo a menudo lo uso para describir a las mujeres que están obsesionadas con perpetuar un holocausto actual: el aborto”, recalca La Correctora.

En la acepción que recupera la RAE afirma que se usa de forma despectiva en contra del feminismo radical, el cual es definido dentro de la teoría feminista como un sistema de pensamiento que busca modificar de “raíz” el orden social, político, económico y cultural.

El feminismo radical es una de las tantas vertientes dentro del movimiento feminista y se caracteriza por poner en evidencia las estructuras sociales de poder que mantienen en subordinación a las mujeres.