Como es una costumbre de Ubisoft desde hace unos años, la desarrolladora empieza el año lanzando una nueva IP; en esta ocasión se trató de For Honor, título anunciado hace unos años y cuya principal característica es tratar de recrear, lo más fiel posible, el combate con espadas de tres culturas y estilos diferentes: los Caballeros europeos, los Vikingos nórdicos y los Samuráis japoneses. Lo que al principio parecía algo extraño y con pocas posibilidades de éxito, se convirtió uno de los mejores juegos de inicios de 2017. A continuación  te diremos por qué.

La historia nos pone en medio de un conflicto milenario en un mundo donde viven las civilizaciones mencionadas. Dividido en un capítulo por cultura, y estos a su vez seccionados en 6 diferentes niveles (lo que nos da un total de 18 escenarios), atendemos los pormenores de lo que es la parte álgida de la guerra, donde probaremos a algunas de las 12 clases de personajes disponibles en el título. Si bien la historia está planteada bajo los cánones narrativos tradicionales, en realidad es intrascendente, funcionando más como introducción al título que como una parte que pueda subsistir por sí sola. No negamos que es interesante atender a todo el trasfondo que da vida al título, y que el grupo Blackstone es interesante, nunca conecta del todo con el público.

Sin embargo, eso no es lo que hace divertido e interesante al título; es el profundo sistema de combate el que sostiene a todo For Honor. Aunque parece muy básico en un inicio, conforme vamos atendiendo a las batallas, damos cuenta de la complejidad de este. No sólo se trata de lanzar ataque débiles y fuertes (accionados por lo gatillos del control), en tres direcciones diferentes (elegidas con el stick derecho), necesitamos tener una muy buena estrategia donde combinemos lo anterior con desplazamientos para esquivar ataques (X/A + stick izquierdo), coches de espadas (gatillo + stick derecho) y habilidades especiales (desatadas con la cruz direccional), sin olvidar el estar atentos a la barra de stamina (que te permite realizar tus movimientos de manera continua y que al terminarse, estos serán más lentos y menos eficaces) y la de venganza (que te permite una descarga de adrenalina por unos momentos).  Esto con el fin de tomar una posición de ventaja, que da posibilidades de victoria, no importando la poca vitalidad que te quede. Así, lo mejor es tener calma en cada combate singular, el tratar de acabar con todos como si estuvieras en un juego de acción tradicional será sinónimo de una muerte segura.

Para lograr un estado óptimo en tu guerrero, podrás personalizar su armamento y armadura; cada pieza obtenida en combate o con los paquetes especiales (que pueden comprarse con dinero del juego), cuenta con características únicas que mejorarán o empeorarán ciertas estadísticas de tu personaje, por lo que debes de estar muy atento de lo que quieres potenciar, de acuerdo a tu estilo de juego. También debes de tomar en cuenta que por clase y cultura, variarán los aspectos de los avatares; la Peacemaker no se parecerá en nada al Orochi y este a su vez será diferente del Berserker, te recomendamos probar a cada uno de ellos para ver quién se adecúa mejor a ti.

Pasemos al multiplayer, que es el verdadero campo de batalla del juego. Mientras escribimos esta reseña hay 3 modos disponibles: Dominio, Duelos y Eliminación. El primero consiste en conquistar tres diferentes áreas de un mapa, mientras juntas puntos, el 1er equipo que llegue a 1000 ganará y eliminé a todos los oponentes será el ganador. Duelo, como su nombre lo indica, son combates singulares o por parejas en contra de la IA u otros jugadores; mientras que Eliminación consiste en dos equipos enfrentados en un mapa, sólo que aquí la muerte es definitiva, un combinado bien integrado podría acabar con los rivales sin siquiera tener una baja. Ojo, ten mucho cuidado cuanto te enfrentes en batallas campales y tengas a compañeros cerca de ti, si no enfocas a un rival, también le harás daño a tus amigos.

De acuerdo a tu desempeño recibirás experiencia, acero (la moneda del juego) y podrás desplegar unidades en diversos territorios del mapa, esto con el fin de ayudarle a tu facción (misma que escoges al poner el título) a ganar el meta juego “Guerra de Facciones” donde se decidirá que comunidad es la más fuerte de todo For Honor. Ten en cuenta que no importa que haya elegido apoyar a los Samuráis y únicamente juegues con un Vikingo, tus refuerzos ayudarán siempre a tu grupo base.

Así, For Honor se establece como un gran juego de guerra, simulando con gran fortuna varios aspectos de los conflictos bélicos feudales, desde la forma de combate, hasta el multiplayer y la ya mencionada Guerra de Facciones. Desafortunadamente, si no eres un jugador online, la historia no es lo suficientemente profunda para mantenerte atado al título; además, si no eres paciente, bien podrías verte frustrado por el sistema de batalla, pues requiere ser constante en el mismo para poder dominarlo a profundidad. Si logras superar esto, te aseguramos diversión por horas.