La Vía Láctea, no siempre estuvo conformada por las estrellas de la actualidad; en realidad se trataba de un sistema mucho más pequeño que en un momento se tragó a otra galaxia; por lo menos eso es lo que revela una nueva investigación acerca de la estructura de la zona donde se encuentra el planeta Tierra.

El estudio lo realizó un grupo de científicos europeo liderado por Carme Gallart del Instituto de Astrofísica de Canarias en España. Aquí señalan que de acuerdo con datos de la nave Gaia de la ESA, existen un grupo de estrellas dentro de la galaxia que no se mueven de acuerdo a la normatividad de la misma.

Esto resulta extraño, pues no hay una explicación evidente a su movimiento errático, ya que no están bajo el influjo de algún campo gravitatorio, órbita u objeto ajeno a su propia área. Por lo que sugieren que bien pueden tratarse de cuerpos que originalmente no se encontraban en dicho lugar.

La Vía Láctea se tragó a Gaia-Enceladus

Su análisis señaló que hace 13 mil millones de años, la Vía Láctea y otra galaxia de nombre Gaia-Enceladus se desarrollaron de manera paralela en la misma zona del universo; sin embargo la primera llegó a una etapa de madurez más rápido.

3 mil millones de años después, los conjuntos se fusionaron dando como resultado la galaxia tal y como se conoce. No se sabe exactamente cómo y por qué sucedió esto último; es probable que el mismo movimiento de Gaia-Enceladus, sumado a la fuerza de atracción de la Vía Láctea, fuera la razón del choque.

Estos nuevos datos ayudarán a los astrónomos a determinar mejor la naturaleza del el halo que rodea a la galaxia, que de hecho era el punto principal de la investigación antes de que se descubrieran las irregularidades anteriormente mencionadas.

El siguiente paso será determinar com mayor precisión el momento en que las dos galaxias se encontraron para definir el momento preciso del nacimiento del halo.

Con información de CNN.