¿Recuerdan el video donde un padre de familia destruye los juegos de su hijo? Pues bien, el chico ofendido trató de hacerle una broma de mal gusto a su progenitor en venganza. El chiste consistía en darle un susto con una motosierrra; sin embargo la broma salió mal y el furioso señor decidió volverle a dar una lección a su vástago.

El hombre, seguro de que todo se debía a la violencia en los videojuegos, decidió, una vez más, acabar con el problema de raíz. En esta ocasión destruyó un Xbox One con ayuda de la misma motosierra y un mazo.

Tal parece que esta familia tiene una tendencia hacia la violencia, donde, curiosamente, son los videojuegos los que pagan todos los platos rotos. Esto también nos recuerda a la novia que destruyó el PS3 de su pareja porque no le hacía caso.

¡¡¿¿Alguien quiere pensar en los juegos??!!

Con información de Mc Jugger Nuggets.