Hacer un viaje al espacio no es cualquier cosa, se requieren de muchos recursos e investigación previa para poner a un ser vivo en órbita, esto implica que a veces se den ciertos incidentes cuyo resultado es la muerte de alguno (o todos) de los tripulantes. Aunque el indice de mortalidad no es tan malo como se podría pensar.

De acuerdo con la gente del canal Second Thought, han muerto un total del 33% de los animales que han salido de la atmósfera; siendo los monos, 12 fallecimientos, y los perros, con alrededor de 10, las especies que más aportan a la cifra final.

Pasando a los humanos, desde que hay misiones tripuladas, ha habido 18 decesos; de este número, 14 murieron en dos accidentes: el del Challenger, que explotó segundos después de su lanzamiento, y el del Columbia, que no resistió el reingreso a la atmósfera terrestre.

Con información de Gizmodo.