En un búnker subterráneo en el isla noruega de Spitzbergen se localiza la Bóveda Global de Semillas de Svalbard o también conocida como La Bóveda del Fin del Mundo la cual trata de un proyecto para la preservación de especies vegetales en caso de que produjera un catástrofe mundial de proporciones apocalípticas.

Ahora la bóveda será abierta para extraer semillas que han sido destruidas, en uno de los mayores bancos de semillas de la región en la ciudad de Aleppo, como consecuencias de la guerra en Siria.

Uno de los representantes de la bóveda asegura que no hay por qué preocuparse que el objetivo principal del proyecto es ?proteger la biodiversidad del mundo?. Desde que se puso a funcionar en 2008, es la primera vez que alguien solicita sacar muestras.

En Aleppo, está el Centro de Investigación Agrícola en Zonas Áridas, con un banco de semillas que funcionaba sin problemas, desde que empezó el conflicto en Siria, la situación ha ido empeorando, de manera que ha perdido su capacidad para distribuir y criar semillas en esta región del Medio Oriente.

Por lo que se le hizo la solicitud a la Bóveda en Noruega, pidiendo 130 cajas que hay almacenadas de las semillas que han perdido, en total 116 mil muestras que se usarán para volver a poner en marcha el Centro de Investigación en Aleppo.

La Bóveda Global de Semillas tiene un total de 864 mil muestras almacenadas y se encuentran a mil 300 kilómetros del Polo Norte, se trata de uno de los proyectos más ambiciosos (y sensatos) de la humanidad. Incluso si la electricidad fallara, su ubicación permitirá que los especímenes dentro de la bóveda puedan sobrevivir al menos dos siglos.

El proyecto surge a partir de preocupación sobre el sostenimiento del planeta a nivel alimentario, por lo que, y de acuerdo con tratados internacionales, tiene el objetivo de conservar los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, en caso de amenaza de extinción.

Con información de Xataka