Aunque dejada a la saga un poco por culpa del maremoto que supuso Aquaman; Spider-Man: Into the Spider-Verse se ha alzado, en opinión de muchas personas, como una de las mejores películas animadas y de superhéroes de los últimos tiempos; ya sea por su historia, estilo animado, o concepto que trata de recrear las viñetas de los cómics.

No obstante, para algunos, esta película es transgresora en más de un sentido, pues rompe con el estereotipo de la masculinidad superhéroica que impera en el cine de dicho género.

De acuerdo con el artículo "Un nuevo Spider-Man para un viejo enemigo llamado masculinidad tóxica", de Francesc Miró, publicado por el portal "El Diario"; Miles Morales y compañía van en dirección opuesta a lo que el MCU y el DCEU, así como otras obras del estilo, nos han vendido todo lo que va de este siglo XXI.

Esto en referencia a que las figuras heróicas de género masculino están ancladas a la sombra de lo que se denomina "El hombre ideal"; misma que es un entramado de todos los prejuicios acerca de los que significa "ser hombre" que se tratan de eliminar desde hace unos años. Esto es, que se debe de ser fuerte, formal, el sustento del hogar, independiente; pero sobretodo, alejado de cualquier clase de sentimentalismo.

En su análisis encuentra que prácticamente todos los héroes en cine se adhieren a ese concepto; no obstante, Into the Spider-Verse muestra a personales masculinos que precisamente se enfrentan al estereotipo; dando cuenta que este, más que impulsar a lo hombre a superarse, en muchos casos los sume en un estado de decepción y pérdida de autoestima, cuando las expectativas asumidas de facto no son cumplidas.

La muestra más clara es el propio Miles y Peter; el primero como un adolescente que se siente fuera de lugar al ser mandado a una escuela lejos de su casa, sin mencionar que no encuentra una manera de relacionarse con su padre, el cual es un estricto oficial de policía, aunque muy amoroso en el fondo. Por su parte Parker es presentado como todo un perdedor, el cual, al momento de la película, se encuentra desempleado, en bancarrota, divorciado y con un grave problema de sobrepeso.

El artículo señala que ellos ejemplifican la pérdida de sentido en un mundo donde se tienen que cumplir ciertos requisitos para desempeñarse como "hombre", a lo largo de la cinta los vemos derrotados, sin saber qué hacer e incluso, con una tendencia a huir de sus obligaciones; no obstante, conforme se desarrolla la historia, encuentran la manera de superar sus miedos y el ostracismo en que la misma sociedad que tiende a estereotipar, los puso.

La clave de todo fue hacer algo que a un hombre, supuestamente, no le está permitido; hablar de sus sentimientos. Miles entiende cuál es su responsabilidad ahora que es el nuevo Spider-Man de su universo, así como su lugar para con su padre; el cual aprende cómo hablar con su hijo y relacionarse, dejando de lado su faceta de personaje rudo cerrado; por último, Peter se sincera consigo mismo y con aquellos a los que perjudicó por tomar malas decisiones, principalmente con Mary Jane, a quien a pesar de todo sigue amando.

Todo esto es una muestra del alcance que tiene Into the Spider-Verse y de cómo bien podría cambiar la dinámica del héroe en sus próximas representaciones; cosa que, hasta antes de la película e incluso el mismo Aquaman, no muestran en ningún momento, más allá de meras insinuaciones, el punto es mostrarse como alguien poderoso en control de la situación, no como un ser sentimental con miedos y que no sabe cómo arreglar su propia vida. O por lo menos así era hasta la llegada de la pandilla de Spidey.

Con información del Diario.es