La inmensa mayoría de fósiles de mamut encontrados pertenecieron a machos y científicos han descubierto que la manera de vivir influyó en su forma de morir.

A pesar de la distancia entre el tiempo actual y la Edad de Hielo, los mamuts machos y jóvenes se parecen a los elefantes porque viajan solos y frecuentemente se colocan en situaciones arriesgadas como ser arrastrados por ríos y quedar atrapados en el hielo o pantanos, lugares donde sus huesos se han preservado por miles de años.

En cambio, dijeron científicos en la revista Current Biology, las hembras viajaban en grupo dirigidas por una vieja matriarca que conocía el terreno y alejaba del peligro a sus compañeras.

“Sin la ventaja de vivir en una manada dirigida por una experimentada hembra, los mamuts machos pudieron haber tenido un alto riesgo de perderse en trampas naturales como ciénegas, grietas y lagos”, dijo Loven Dalen, coautor del estudio y colaborador del Museo Sueco de Historia Natural.

El 60 por ciento de 98 fósiles hallados en Siberia a los que se les aplicó un estudio para conocer su sexo, resultaron machos, sesgo considerado inusual en proporción al equilibrado nacimiento estimado.

El mamut lanudo (Mammuthys primigenius) desapareció hace 4 mil años con el calentamiento del planeta y la presencia humana. Actualmente, el cambio de temperatura en regiones como Siberia ha permitido el hallazgo de fósiles que se conservaron en buen estado porque estuvieron enterrados y protegidos del desgaste del tiempo.