Un error momentáneo y una dosis de buena suerte permitieron a científicos de la Universidad de Oxford y a la farmacéutica AstraZeneca desarrollar una vacuna contra el Covid-19 con una efectividad de alrededor del 90 por ciento.

La compañía británica reconoció que si bien la capacidad y el trabajo duro realizado por 30 años impulsaron el desarrollo, fue un pequeño error el que hizo que el equipo se diera cuenta de cómo podían aumentar del 60 al 90 por ciento la tasa de éxito de la vacuna: administrando una media dosis, seguida de una dosis completa un mes más tarde.

"La razón por la que tuvimos la media dosis es la serendipia"

Mene Pangalos, jefe de investigación y desarrollo no oncológico de AstraZeneca

En entrevista con la agencia Reuters, Pangalos comentó que originalmente paneaban administrar dos dosis completas a los participantes de los ensayos clínicos, pero se quedaron perplejos cuando notaron que los efectos secundarios, como la fatiga, los dolores de cabeza o los dolores en los brazos eran más leves de lo esperado.

"Volvimos y revisamos (...) y descubrimos que se había subestimado la dosis de la vacuna a la mitad".

Mene Pangalos, jefe de investigación y desarrollo no oncológico de AstraZeneca

Pese al error, las pruebas continuaron con el grupo de media dosis, a quienes les dieron una segunda dosis completa de refuerzo en el momento previsto.

Los resultados mostraron que la vacuna era 90% eficaz en este grupo, mientras que en un grupo más grande que recibió dos dosis completas fue del 62%, lo que llevó a una eficacia general del 70% en ambos patrones de dosificación, expuso Pangalos.

"Así, básicamente, fue como nos encontramos con (el grupo con) la media dosis. Sí, fue un error"

Mene Pangalos, jefe de investigación y desarrollo no oncológico de AstraZeneca

La vacuna usa un adenovirus inofensivo para entregar material genético que engaña al cuerpo humano para producir proteínas conocidas como antígenos, que normalmente se encuentran en la superficie del coronavirus, ayudando al sistema inmunológico a desarrollar un arsenal contra la infección.

Pangalos dijo que se necesitaban más análisis para explicar por qué una dosis inicial más baja reforzaba la protección, pero señaló que una posible explicación era que los niveles más bajos de antígenos desencadenaban una mejor preparación del sistema inmune en general.

Con información de Reuters