En niños, una de las principales causas de visitas a Emergencias, hospitalizaciones y ausencia en la escuela es el asma, una enfermedad incurable hasta el momento. Si no deseas que tus hijos la contraigan, deberías tener mucho cuidado cuando realizas la limpieza de tu casa, advierte un reciente estudio de científicos en Canadá.

La investigación, publicada en el Canadian Medical Association Journal (CMAJ) afirma que los bebés expuestos con mayor frecuencia a productos de limpieza domésticos pueden desarrollar asma y sibilancias infantiles a partir de los 3 años de edad.

¿Por qué los bebés son más vulnerables a los productos de limpieza?

El estudio destaca que los niños pequeños suelen pasar entre el 80 y el 90 por ciento de su tiempo en espacios interiores, donde sus pulmones y vías respiratorias son especialmente vulnerables.

Esto se debe a que en la gran mayoría de los hogares el mantenimiento de los espacios internos implica el uso de productos de limpieza, explica la investigación.

Esto aumenta la exposición gaseosa y dérmica de los pequeños a esos químicos, debido a que ellos tienen una mayor tasa de respiración y proximidad al suelo.

Jabones y limpiadores multisuperficies, algunos de los productos bajo la lupa

Con base en dicha premisa, los investigadores examinaron la asociación entre el asma infantil o sus precursores a los 3 años de edad, con la frecuencia del uso de productos de limpieza en presencia de bebés de la primera infancia (entre 3 y 4 meses de edad).

Los productos más comunes utilizados fueron: jabón para lavar platos, detergente para lavavajillas, limpiadores multisuperficies, limpiacristales y jabón para lavar ropa.

Los resultados encontraron que los niños en hogares con una mayor frecuencia de uso de productos de limpieza durante la primera infancia tenían mayores probabilidades de sibilancias recurrentes, con atopia y diagnóstico de asma.

¿Por qué provocan estos efectos los productos de limpieza en los bebés?

El estudio destaca que los productos de limpieza perfumados y pulverizados se asociaron a un mayor riesgo de problemas respiratorios.

Ante ello, los investigadores consideran que los productos químicos en los productos de limpieza pueden dañar el revestimiento respiratorio al desencadenar vías inflamatorias del sistema inmunitario.