Joan Rivers tenía claro que el día de su muerte llegaría y por eso se aseguró de dejar un testamento donde protegió a sus familiares e incluso a sus adoradas mascotas (de ella, por supuesto).

La host de E! dejó a Melissa, su hija; Cooper, su nieto, y a sus perros, 150 millones de dólares, correspondientes a muchos años de trabajo resultados de las ventas de sus líneas de ropa y joyería así como sus contratos televisivos.

Samantha y Teegan, los perros que pertenecían a la presentadora, quedarán a cargo de Jocelyn Pickett, su ex asistente, quien recibirá el dinero necesario para hacerse cargo, ella también se encargará de cremar a las mascotas cuando mueran y posteriormente mezclar sus cenizas con las de Joan.

En cuanto a bienes, Melissa se quedará con un lujoso departamento en Manhattan cuyo valor llega a los 35 millones de dólares.

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