El desempleo y la falta de dinero para comprar alimentos, son otros efectos de la pandemia de coronavirus que están poniendo en riesgo la vida de muchas personas en el mundo. 

Ante ello, una práctica milenaria está resurgiendo y generando gran interés entre la población más joven: el trueque.

"Cambio artesanías por despensa"

En la Ciudad de México, a finales de abril se viralizó la foto de Rafael Vega, un indígena oaxaqueño que portaba un letrero con el texto: “cambio artesanías por despensa”.

Rafael contó que él y su familia habían estado en aislamiento, pero al cabo de varias semanas se les acabó el dinero y ya no tenían qué comer. 

Entonces, decidieron salir a la calle para ofrecer sus artesanías en trueque. Alguien les tomó una foto y la compartió en redes sociales, donde se hizo viral, permitiéndoles reunir suficientes víveres para volver a resguardarse.

Artesanos ofrecen trueque por comida.

Casos similares se han estado registrado en otros puntos de la capital y el interior de la República, como solución a los problemas económicos que enfrentan muchas personas tras perder su fuente de ingresos.

“Justamente, nos damos cuenta que el dinero no es lo que vale ahorita, sino el trabajo de cada quien y a lo mejor las cosas van a empezar a funcionar así".

Cecilia McGregor, mujer que realizó trueque en CDMX.<br>

Trueque llega a California

En California, Estados Unidos, Yadhira Hernández y su esposo padecían por el temor a salir de su casa y la escasez de alimentos. 

Mientras miraba su huerto, la joven recordó que sus parientes en Oaxaca solían recurrir al trueque para poder subsistir, entonces convocaron a su comunidad a participar en el intercambio de productos.

“No necesita uno dinero. Hay mucha gente que dice, ‘no tengo frutos, ni vegetales, pero hago pan, hago tamales’, entonces ya podemos intercambiar”.

Joshua Vázquez, esposo de Yadhira.

A dos meses después de que iniciada la cuarentena en California, el trueque ha permitido al jóven matrimonio conseguir no sólo vegetales, sino ampliar sus recursos alimentarios, gracias a que un vecino les presto a su gallo. 

Ahora sus gallinas les dan huevos y crían pollos, que con sus desechos fertilizan el huerto familiar. 

Su exitosa experiencia llegó a las redes sociales, donde más gente les ha expresado su interés en sumarse al trueque, según dijo la pareja a CNN.