Personas recuperadas de Covid-19 pueden presentar fatiga persistente hasta dos meses después de la infección, afirma un nuevo estudio realizado por especialistas del Hospital de la Universidad de St. James en Dublín, Irlanda.

Sin embargo, los científicos, cuya investigación fue publicada en la revista PLOS ONE, aseguran que este signo “es común e independiente de la gravedad de la infección inicial” de coronavirus

La fatiga es una de las quejas iniciales más comunes de las personas que se han infectado de Covid-19. Aunque las consecuencias a largo plazo de la enfermedad todavía no se han estudiado a fondo, preocupa a los especialistas que el virus pueda desencadenar un síndrome de fatiga postviral.

Para averiguarlo, los investigadores dieron seguimiento a 128 pacientes del Hospital irlandés, con diganóstico positivo de coronavirus, para monitorear diversas condiciones como:

  • Fatiga
  • Gravedad del Covid-19
  • Niveles de marcadores inflamatorios

Los participantes eran un 54 por ciento mujeres y el 46 por ciento varones, con edades que oscilaban entre los 15 y 49 años. El 55.5 por ciento de los voluntarios fueron ingresados en al hospital y el resto fueron tratados como pacientes ambulatorios.

En promedio, fueron evaluados para el estudio 72 días después del alta hospitalaria o 14 días después del diagnóstico en el caso de los pacientes ambulatorios.

Para medir sus niveles de fatiga, los investigadores utilizaron la Escala de Fatiga de Chalder (CFQ-11). De acuerdo con las puntuaciones obtenidas:

  • El 52.3 por ciento (67/128) cumplieron los criterios de fatiga al menos 6 semanas después de la infección por COVID-19
  • El 42.2 por ciento (54/128) dijeron sentirse completamente sanos

Los autores del estudio subrayan que en ningún caso hubo asociación entre la gravedad de Covid-19, la necesidad de ingreso hospitalario o los marcadores de laboratorio rutinarios de la inflamación con la probabilidad de experimentar fatiga persistente tras la infección.

Sin embargo, reconocen que puede haber sesgos por el perfil de los voluntarios del estudio (en su mayoría blancos e irlandeses) y porque sólo fueron evaluados en un momento concreto sin seguimiento posterior.

Asimismo, los autores advierten que las mujeres y los antecedentes de ansiedad o depresión eran más comunes en el grupo de fatiga grave

Con información de EFE