El más famoso vendedor de arte de Reino Unido ha llegado a la parte más oscura de su vida, una deuda de millones en impuestos y el forzoso reclutamiento de la agencia de investigación Británica por parte de un rival de amores. Mortdecai emprenderá la exhaustiva búsqueda de una valiosa pintura de Goya, que además porta secretamente la clave para encontrar un tesoro. Él inicia esta aventura con tan solo su seco humor inglés y su más reciente adquisición, un ridículo bigote. 

Johnny Depp durante su carrera ha sido conocido como un camaleón, un excéntrico, pero nunca como un mal actor, esta es la primera vez que se le puede dar este título. 

La película carece de humor, cuenta con las actuaciones acartonadas más gloriosas de los últimos años y se mercadea como un desfile de estrellas. Esta última parte es quizá la mayor decepción. Actores como Ewan Mcgregor, Gwyneth Paltrow, Olivia Munn y Jeff Goldblum, adornan la pantalla pero no aportan nada relevante para el proyecto.  

El director David Koepp trabajó en el filme basándose en un solo estilo y ritmo, pero sin contenido. Mantiene un look de los años sesentas cruzado con la actualidad, quizá el segundo gran acierto de la cinta. Hay que reconocer que no todo es un desastre, la participación del compositor de la música original Mark Ronson, se agradece. Da un toque diferente, frescura. 

Este proyecto supera por mucho a la cinta "Hudson Hawk" de Bruce Willis en el terreno de comedias caprichosas sin humor. Evita a toda costa el pagar por verla en cine, espera a que la incluyan en algún paquete básico de cable.