De 52 metros de alto y la figura realista de un pene, fue descubierta una escultura fálica que data de hace 2 mil 500 años, durante una excavación en Rollsbo, Suecia.

En un primer instante, el equipo de arqueólogos pensó que se trataba de una tumba de la Edad de Bronce, pero tras varios análisis y debido a su alzada erección, llegaron a la conclusión de que dicha escultura fue diseñada para elaborar rituales de fertilidad que incluían sacrificios. 

Escultura fálica encontrada en medio de una excavación en Suecia.
Escultura fálica encontrada en medio de una excavación en Suecia. (Museo Histórico Nacional de Suecia.)

Escultura fálica de hace 2 mil 500 años fue usada para rituales de fertilidad

Alrededor de la forma fálica se encontraban numerosas manchas de hollín, así como restos de un martillo y pequeños huesos quemados, probablemente de animales. Es por ello que los especialistas creen que se trata de un altar para sacrificios usado efectivamente en la Edad de Bronce (entre los años 1800 y 500 antes de nuestra era).

"Tiene una marcada forma fálica. Cuando lo encontré, pensé 'Dios mío, no puede ser verdad', así que mostré la foto a mis colegas y no hubo duda'".

Arqueóloga Gisela Ängeby al periódico Göteborgs-Posten.

De acuerdo con la arqueóloga Gisela Ängeby, no es inusual encontrar esculturas con forma de pene en los trabajos de excavación, pues los antepasados procuraban dejar huella de su poder y potencia. No obstante, lo que hace única a esta pieza es su realismo fálico. 

Restos encontrados alrededor de la escultura fálica.
Restos encontrados alrededor de la escultura fálica. (Museo Histórico Nacional de Suecia.)

El dibujo de pene más viejo del mundo data del Imperio romano

Recientemente se dio a conocer que los soldados del ejército romano que entre los años 122 y 133 después de nuestra era, extrajeron piedra de una cantera en Gelt Forest, Reino Unido, para el muro del emperador Adriano, podrían haber realizado uno de los primeros dibujos fálicos de la historia en él.

Para los romanos, explica el arqueólogo Rob Collins, los penes eran símbolos de buena suerte, pues creían que su forma era capaz de alejar todo mal y evitar desgracias. "Sabemos esto tanto por la forma en que los romanos han escrito sobre el falo en relación con el ritual y la religión", dice.