Para llevar una buena alimentación es necesario incluir en nuestra dieta frutas, pero durante la noche se debe de tener cuidado con su consumo, ya que puede ser peligroso para nuestra salud.

La fruta es una buena opción para comerse durante el día, ya que aporta vitaminas, fructuosa y minerales, además de ser un alimento con bajo contenido calórico. No obstante, ingerirla durante la noche puede hacerte ganar peso.

Durante la noche es cuando se gasta menos energía, por lo que todo el azúcar proporcionado por las frutas se almacena en el organismo haciendo que se suba de peso. La nutrióloga Sara Abu Sabbah detalló que la cantidad de fruta recomendada al día es de 3 a 5 unidades.

Esta porciones fruta te proporcionarán las calorías que necesita tu organismo, si se pasa de las porciones se ganará peso sin importar si las calorías provienen de la fruta o de alguna otro alimento.

Debido a su contenido de fructosa, las frutas aumentan los niveles de azúcares en la sangre y al consumirlas durante la noche puede ser perjudicial para nuestra salud. Las personas diabéticas deben de tener más cuidado con el consumo de frutas, ya que por su condición deben de saber en qué momento del día consumirlas.

Existen frutas que tienen mucha azúcar, lo que puede provocar que se tenga una sensación de hambre por alimentos dulces. Por ello lo mejor es consumir aquellas que tengan un bajo nivel glucémico como la pera, manzana, ciruelas o toronjas.

Algunas frutas son conocidas por ayudar a tener una buena digestión, sin embargo, si su consumo no es moderado puede provocar problemas estomacales por su alto contenido en fibra.

La nutrióloga Sara Abu Sabbah explicó que llevar una vida saludable, no sólo consiste en cuidar lo que se come si no se debe saber qué, cómo, cuándo y cuánto se consume de los alimentos.

Si bien el consumo de frutas no están prohibido durante la noche, la nutrióloga Sara recomienda que su consumo sea al menos tres horas antes de dormir y evitar aquellas que son demasiado ácidas como la naranja, y las que aportan una gran cantidad de azúcar como el plátano, uva, sandía o melón.