187 años después, México tiene de vuelta uno de sus históricos documentos fundacionales, por el cual tuvo que pagar un millón de dólares (unos 780.000 euros).

Se trata del Códice Chimalpáhin, escrito en náhuatl en el siglo XVII por 2 historiadores indígenas, que estaba desde 1827 en manos de la Sociedad Bíblica de Londres.

El gobierno mexicano logró comprarlo el pasado mes de mayo justo antes de que la obra, considerada el inicio de la historiografía mexicana, fuera subastada.

Desde la semana pasada, el Códice Chimalpáhin se expone al público en el Museo Nacional de Antropología como pieza estrella de la muestra Códices mexicanos. Memorias y saberes, exposición anunciada con bombo y platillo en los festejos por el 50 aniversario del recinto.

?Aquí comienza la crónica y antigüedad de los mexicanos?, se lee en el inicio de uno del centenar de manuscritos que componen el códice, cuyos autores fueron Domingo Chimalpáhin (1579-1660) y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1578-1650), miembros de poderosos linajes locales: el primero descendiente de los Señores de Chalco, y el segundo del rey poeta Nezahualcóyotl.

La obra es una fuente fundamental sobre la vida cotidiana, la sociedad y la política prehispánica, así como de información de la Nueva España.

También da cuenta de cómo se veían los mexicanos y de cómo los veían los españoles, además de un relato de los orígenes del pueblo, como este pasaje que aborda la llegada de los aztecas a Tenochtitlán, que hoy es esa megalópolis llamada ciudad de México: