Te presentamos a la modelo Alexia Palmer, una chica jamaiquina que acaba de poner en aprietos a Donald Trump tras una demanda interpuesta en contra del magnate por 225 mil dólares (una cantidad que para Trump tal vez sea nada).
Palmer acusa a Trump Model Management - agencia de talentos fundada por el multimillonario en Manhattan en 1999 - por crimen organizado, incumplimiento de contrato, fraude y violar las leyes de salario para los inmigrantes.
La demanda fue presentada originalmente en octubre de 2014; un juez en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos tiene hasta finales de marzo para decidir si la acusación procede; de ser así, Trump tendría un punto un tache más en su lista de errores.
Palmer fue descubierta en de una agencia de modelos en Jamaica cuando era adolescente, y se convirtió en la primera estrella de Vogue que no había sido firmada o representada por alguna marca internacional.
Ella afirma que la empresa de Trump mintió al gobierno federal mediante la documentación en su solicitud de visa de trabajo, donde se decía que le pagarían 75 mil dólares durante su permanencia en los Estados Unidos.
En los 3 años que Palmer trabajó para Trump (2011-2013), sólo recibió un total de 3 mil 880 dólares como único pago. Según Reuters, los abogados de Trump han catalogado el caso como "frívolo" y "sin mérito", con documentos que muestran que el trabajo de Palmer a través de la agencia sólo duró 10 días en total durante los tres años que prestó su servicio.
"Al final del día, esta modelo no tenía una carrera exitosa, y estamos seguros de ganar", dijo Lawrence Rosen, abogado de Trump Model Management.
Por otro lado, el abogado de Palmer, Naresh Gehi, dice que su cliente fue engañado y seducido por una vida de glamour que nunca se materializó. "La solicitud de visa de la empresa que se presentó ante el gobierno requiere que las personas se les pague la cantidad completa," dijo Gehi. "Es un requisito."
No está claro si Palmer está ahora representado por una agencia rival o aún trabaja en la industria.
El controvertido republicano Trump, ha prometido un plan de reforma migratoria de tres puntos para "hacer grande a Estados Unidos" si se convierte en presidente. En él se establece su misión de poner a los trabajadores estadounidenses en primer lugar, sobre los inmigrantes ilegales, y sostiene la afluencia de trabajadores extranjeros “mantiene hacia abajo los salarios, el desempleo se mantiene alto, lo que hace que la vida sea difícil para los pobres y la clase trabajadora estadounidense". Los opositores han llamado hipócrita a este tipo de política, sugiriendo que se revise la red de hoteles de Trump en todo Estados Unidos debido a que los puestos más bajos de sus hoteles están destinados a extranjeros.
Con información de Reuters.