Es normal que al toser o estornudar nos cubramos con las manos para evitar que los virus salgan expulsados directamente a quienes estén cerca de nosotros; sin embargo, toda la vida nos hemos equivocado al hacerlo.
La mayoría de los virus se transmiten a través del aire y su mejor vía de expansión son los estornudos y la tos. Debido a que las manos son utilizadas en todo momento; desde comer, acariciar a otras personas y demás, al taparnos la boca o la nariz con ellas, lo único que hacemos es convertirnos en una cuna de infección, ya que por la temperatura de las manos, los virus pueden habitarnos sin problemas.
La mejor opción es cubrirse la boca con un pañuelo y luego deshacerse de él inmediatamente, pero no siempre tenemos la oportunidad de tener un pañuelo para cuando vayamos a estornudar… Así que la próxima vez que tosas o estornudes, mejor usa tu antebrazo para cubrirte, así la expansión del virus será menor.
En todo caso, lavarse frecuentemente las manos es el mejor aliado para evitar el contagio de la gripe, de los resfriados o de cualquier otro tipo de infección vírica. Lo ideal es hacerlo con agua templada y jabón, lavar las palmas, entre los dedos y hasta la muñeca sin olvidarse del pulgar. Un hábito saludable para toda la vida.
Con información de MujerHoy.