Un nuevo estudio sobre la proteína SARS-CoV-2 permitió descifrar la manera en que el virus logra invadir tantos tejidos del cuerpo humano. De acuerdo con las investigaciones, el Covid-19 utiliza una especie de camuflaje de azúcares para esconderse del sistema inmune y así no ser atacado; los científicos lo llaman: el glaseado del coronavirus.

Los azúcares, son las biomoléculas más comunes en el planeta, y son las responsables de la comunicación entre células. Como la mayoría de las proteínas y más estructuras biológicas, el SARS-CoV-2 también cuenta con una capa externa de azúcares fundamental para su proceso infeccioso

“Atacar la capa de azúcares para desestabilizar el virus”: Elisa Fadda

Debido a que los azúcares tienen movimientos rápidos, no pueden ser analizados con tecnología microscópica común, por lo que el reciente estudio sobre el camuflaje del Covid-19 durante la infección, tuvo que realizarse con computadoras muy potentes.

Elisa Fadda, coautora e investigadora en la Universidad de Maynooth, en Irlanda, explicó que el camuflaje de azúcares que utiliza el Covid-19, ayuda a estabilizarlo y pasar desapercibido por el sistema inmune durante todo el proceso de infección; por lo que atacar la capa de azúcares, desestabilizaría todo el virus.

“El coronavirus ha desarrollado un glaseado indistinguible del de nuestras propias células y consigue pasar desapercibido. Si la proteína pululara por ahí ‘desnuda’, nuestro sistema inmunitario la reconocería inmediatamente como una amenaza. Gracias a los azúcares, el virus no parece un extraño.”

Elisa Fadda
Camuflaje de azúcares del Covid-19

Un gran avance para la invención de vacunas y medicinas contra el Covid-19

Rommie Amaro, investigadora de la Universidad de California en San Diego, enfatizó en que conocer una nueva imagen del SARS-CoV-2 con su camuflaje de azúcares, permitirá avanzar en la creación de nuevos medicamentos que se encarguen de debilitar y eliminar el virus.

Según la información obtenido, la parte superior de la proteína de Covid-19 solo está cubierta con azúcares en un 62%, por lo que hay espacio disponible para que los anticuerpos entren y sean más eficaces contra el virus.

Rovira utilizó como ejemplo el antiviral Tamiflu, el más recetado para la gripe. Este, también se encarga de eliminar los azúcares del virus de la gripe que invade nuestras células y produce infección. 

“La estructura química del Tamiflu es muy similar al ácido siálico, por lo que engaña a las proteínas del virus de la gripe, las bloquea y reduce el avance de la enfermedad.”

El objetivo de las investigaciones es crear un medicamento que funcione contra el Covid-19, tanto como el Tamiflu con la gripe.

En los últimos meses, estudios en las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca, han demostrado que las copias de Covid-19 que entran al cuerpo para crear anticuerpos, no son exactamente idénticas a las proteínas de coronavirus que se contagian, lo que provoca una respuesta inmunitaria más débil. 

“Las diferencias son mínimas, en ningún caso tan dramáticas como para afectar a la eficacia de las vacunas. Lo importante es entenderlas, estudiarlas y aprender para el desarrollo de futuras vacunas. De hecho, ya hay grupos investigando nuevas vacunas diseñadas para evitar estos problemas, y algunas ya están en la última fase de ensayos clínicos.”

Elisa Fadda

Aunque aún quedan muchas preguntas y dudas en el aire, Rovira concluye que estudiar la estructura de los azúcares en la proteína del coronavirus, permitirá descifrar todas sus funciones y poder atacar al virus con mayor precisión.