Australia padece una serie de incendios que está arrasando con la flora y la fauna. Rescatistas que laboran en las zonas afectadas han difundido en redes sociales varias fotografías de la devastación, pero la imagen que más ha llamado la atención es la de una madre koala que utilizó su cuerpo como escudo para proteger a su cría de las llamas.

Un "milagro" salvó a los humanos, pero no a los animales

De acuerdo con reportes de medios locales, son más de 130 incendios lo que se registran actualmente en dos estados del este de Australia, por lo que las autoridades se han declarado en alerta máxima.

Jackie Trad, jefa del Ejecutivo en funciones del estado de Queensland, consideró como un “milagro” que hasta el momento solo haya daños materiales y ninguna persona fallecida. Sin embargo, esto no aplica para los animales que habitan en los lugares afectados.

Tal es el caso de una koala, especie en peligro de extinción, hallada por rescatistas de vida salvaje en Queensland. La hembra se encontraba sobre el tronco de un árbol derribado y rodeado por hierba quemada, abrazando a su cría para evitar que las llamas le hicieran daño.

Su valiente acción se vio recompensada cuando los rescatistas los encontraron y pudieron ponerlos a salvo.

Los dos animales fueron los únicos que sobrevivieron al incendio, afirmó una policía que labora en la zona.

“Había quemaduras en el pelaje y en las orejas … pero el bebé parecía estar bastante bien protegido”.

Darren Ward, rescatista y autor de la fotografía.

La koala tenía la espalda quemada y una oreja lastimada, por lo que fue trasladada junto con su cría a un centro veterinario, donde se encuentran bajo observación.

La koala sufrió quemaduras, pero logró mantener a salvo a su cría.

Los dos animales fueron los únicos que sobrevivieron al incendio, afirmó una policía que labora en la zona.

Sólo en Queensland se reportan más de 80 incendios activos y son casi nulas las esperanzas de que sean extinguidos pronto, ya que los servicios meteorológicos prevén un repunte en la intensidad de los vientos en la región, lo que avivaría la intensidad de las llamas.

Hoy en día, se calcula que solo quedan unos 80 mil koalas que serían insuficientes para preservar su especie. Por ello se les considera como animales funcionalmente extintos, pues su existencia ya no tendría un efecto significativo en su entorno.