En el Ártico, cada vez son más los casos de canibalismo registrados entre osos polares. Según expertos, aunque estos hechos se tenían registrados desde hace mucho tiempo, la creciente frecuencia con la que ahora ocurren sería un efecto más del calentamiento global climático y la actividad humana, que erosiona su hábitat.

Según reportó la agencia de noticias Interfax, durante una presentación en la ciudad de San Petersburgo, Rusia, el experto en osos polares, Ilya Mordvintsev, advirtió:

"Podemos decir que el canibalismo entre los osos polares está aumentado”.

Ilya Mordvintsev, experto en osos polares.

Por falta de alimento, los machos atacan a las hembras con oseznos

El también investigador del Instituto Severtsov para Problemas de Ecología y Evolución de Moscú, sugirió que dicho comportamiento podría deberse a la falta de alimentos que está padeciendo la especie, por culpa del hielo que se derrite.

"En algunas estaciones no hay suficientes alimentos y los machos grandes atacan a las hembras con oseznos”.

Ilya Mordvintsev, experto en osos polares.

Cada vez trabaja más gente en el Ártico, otra causa

Otra causa, dijo, sería que hay más gente que trabaja en el Ártico y que dan cuenta de este comportamiento. 

En ese sentido, comentó que este invierno, la zona del Golfo de Obi al mar de Barents donde los osos polares solían cazar, se ha convertido en una ruta concurrida de barcos cargados de gas licuado (GNL), con la consecuente destrucción del hielo en esta zona.

“El Golfo de Ob siempre fue un coto de caza para el oso polar. Ahora se ha roto el hielo durante todo el año”.

Ilya Mordvintsev, experto en osos polares.

El clima ha sido anormalmente cálido

Otro científico ruso, Vladimir Sokolov, dijo que este año los osos polares se han visto principalmente afectados por el clima anormalmente cálido, que ha derretido los témpanos de hielo y minimizado las nevadas. 

Esto ha hecho que los osos abandonen sus lugares tradicionales de caza, para mudarse a áreas costeras y archipiélagos de alta latitud.

Esto explicaría que cada vez más asentamientos humanos en el Ártico sean invadidos por docenas de osos, en busca de comida.