Pese a que desde hace varios años distintas organizaciones que trabajan en pro del cuidado de los animales acusaron de un grave caso de supuesto maltrato en contra de los ejemplares en cautiverio dentro del Zoo Luján, en Buenos Aires Argentina, el lugar sigue abierto y recibiendo más visitantes que nunca. 

Según se ha especulado en redes sociales, los animales están sedados para que permanezcan dormidos o extremadamente mansos mientras la gente se toma fotografías demasiado cercanas con ellos. 

La situación sobretodo resulta alarmante en el caso de los leones y tigres que tienen un comportamiento demasiado pasivo incluso para haber sido criados en cautiverio. 

Luego de que comenzaran a circular cientos de imágenes donde los visitantes se acercan a los animales completamente dormidos para tomarse fotos mientras los acarician o incluso montan en ellos, las alarmas se activaron y fue lanzada una petición a través de change.org para que el establecimiento privado cierre sus puertas. Hasta el momento, la iniciativa está a punto de alcanzar las 300 mil firmas.

Todo por una selfie

A pesar de las múltiples acusaciones y los llamados a no visitar más el Zoo Luján, las personas siguen pagando cerca de 600 pesos mexicanos por entrar al lugar que, a decir se quienes han dado su opinión luego de conocerlo, está descuidado y sucio. 

Cada día se publican en Instagram y Facebook nuevas imágenes en las que los animales aparecen profundamente dormidos, echados sobre una mesa de madera demasiado pequeña para su tamaño pero perfecta para que la gente pueda acercarse al animal sin hacer mucho esfuerzo. 

Aunque también hay un gran número de comentarios de gente que asegura haber tenido una experiencia inigualable en el Zoo, las dudas sobre lo que hace a estos feroces animales salvajes comportarse mucho mejor de lo que lo haría un gato doméstico, siguen vigentes.