Con 37 años y mucho carisma político, Jacinda Ardern se ha convertido en la ministra más joven de Nueva Zelanda, y gracias a su pensamiento moderno y liberal, un ícono de poder femenino que busca terminar una década de poder conservador a cargo del Partido Nacional.
Jacinda se une a la lista de políticos como Justin Trudeau, Bernie Sanders y Jeremy Corbyn, cuya presencia genera multitudes e incluso, mercancía inspirada en ellos. Sanders fue muso de Balenciaga, Corbyn se convirtió en la cabeza de del último Glastonbury.
Sin embargo, Jacinda va más allá de ser una “política pop” que ha sido representada en carteles como la mujer maravilla, la princesa Leia y el icono feminista Rosie the Riveter; la neozelandesa llamó la atención cuando se enfrentó a preguntas sexistas tras su elección, como aquella donde le preguntaban si el ser ministra interferiría con sus planes de ser madre, a lo que ella respondió:
“No tengo problemas para responder a esto. He sido muy abierta discutiendo este dilema al que se enfrentan muchas mujeres”. Siin embargo, cuando un co-presentador de un programa de radio dijo días después que “Nueva Zelanda tiene derecho a saber si su primer ministro va a tomarse baja maternal”, Ardern criticó el machismo inherente en la situación respondiendo de la siguiente manera:
“Es totalmente inaceptable en 2017 decir que las mujeres tienen que responder a esa pregunta en su lugar de trabajo. La decisión de una mujer sobre cuándo quiere tener hijos no debería predeterminar si se les ofrece o no un trabajo”.
Pero eso no es todo, Jacinda también ha llamado la atención de los jóvenes neozelandeses por su posición favorable a la legalización de la marihuana, su promesa sanderiana de tres años de Universidad gratuitos para cada neozelandés y sus habilidades como DJ, por lo que miles de jóvenes se ofrecieron como voluntarios para su campaña y no solo eso, su partido recibió medio millón de dólares en solamente una semana.
Con información de El País.